La expresión “Ser el regalo que he venido a ser para el mundo” nos invita a hacer una profunda reflexión para encontrarle sentido a nuestra existencia, identificar nuestra verdadera misión de vida y entender que todos estamos en el camino que nos corresponde, para realizarnos en felicidad y bienestar, para realizar aprendizajes que nos conducen a crecer y a evolucionar y para servir a la humanidad, entendida como el entorno en el que nos desenvolvemos día a día, cerca a nuestras raíces o lejos de ellas.
Esta época de Navidad es una fase de tiempo propicia para hacer consciencia, tomar el lugar que nos corresponde, empoderarnos, y abrir las puertas que nos conducen a senderos de luz, de expansión, de abundancia, de sabiduría, de comunicación y dar un salto a otro nivel.
Esta es una invitación a reflexionar, tomar impulso, ejercer acción, y estar dispuestos a avanzar, disfrutando el camino y todo lo que nos ocurre a nuestro paso. Puede sonar muy utópico, pero recuerden que en gran medida los resultados que esperamos conseguir dependen de las acciones que nos impulsemos a realizar.
Para quienes lo dudan, porque las circunstancias que pueden haber vivido o las que estén viviendo actualmente, los lleva a dudar de esta posibilidad, quiero motivarlos a que escuchen esa voz interior que les dice “para obtener resultados diferentes y más positivos, debes tomar acciones diferentes”.
Si los resultados no han sido los mejores, no quiere decir que toda la vida deba seguir siendo del mismo modo…esta es una razón más significativa y más poderosa para desear que cambie el ritmo que ha llevado la vida y que en adelante se tomen decisiones más asertivas para dar un giro y empezar a disfrutar cada suceso y cada momento, con la certeza de avanzar hacia un nuevo destino.
El Arcángel Nathanael nos acompaña con su energía de bendición, que proviene del amor de Dios. De la misma manera en que Dios nos entregó como un gran regalo de su incomparable amor, a Jesús, un ser lleno de amor y misericordia, esencia espiritual y gran sabiduría. Se aproxima la conmemoración de su nacimiento, es un día en el que celebramos un significativo acontecimiento para la humanidad, sus grandes enseñanzas, sus milagros, sus palabras de misericordia y perdón fueron inmortalizadas a través de los siglos y aún hoy nos acompañan como un maravilloso legado de instrucción espiritual.